Cualquiera que haya probado a iniciarse en cualquier tipo de deporte o ejercicio sabe lo duro que resulta mantener el espíritu y arranque de los primeros días. Aquello que un día lo vemos como un objetivo importante de conseguir, a la semana siguiente ya nos parece no tan importante. Y es que conseguir cualquier reto, y ponerse en forma lo es, no deja de ser una lucha con nosotros mismos. El problema no es nuestro cuerpo, este aguanta mucho más de lo que queremos reconocer, «el problema reside en nuestra mente».
Justamente, el otro día caminando con mi hija alrededor de un lago de Francia, en una ruta de senderismo circular, desconocíamos cuando iba a acabar la primera mitad del recorrido, caminábamos y caminábamos y la otra orilla seguía sin acercarse. Mi hija insistía en volver sobre nuestros pasos pues estaba “cansada” y “no podía más”. Allí pacté con ella que si a una hora exacta no habíamos llegado a la punta del lago, nos volvíamos para atrás. Por suerte, llegamos a vértice justo a la hora convenida, por lo que pudimos hacer la ruta de vuelta por la otra vera del río. Apenas hubimos recorrido el primer medio kilómetro de la vuelta en nuestra ruta, cuando, por arte de magia, esa niña que estaba cansadísima mostraba cara de estar como una rosa y con bastante más vitalidad que la mía.
Como siempre digo, lo más difícil muchas veces de salir a correr es ponerse las zapatillas, ya que eso marca nuestro compromiso con la actividad, con el nuevo hábito que queremos incorporar a nuestras vidas. Para nada que valga mínimamente la pena en esta vida los resultados serán tan rápidos como quisiéramos, y eso muchas veces nos lleva a tirar la toalla, a desistir.
Pero, ¿cómo logran los deportistas superar estas primeras etapas y mantenerse fieles a su objetivo? Pues según parece estos no entrenan para tener un cuerpo perfecto, sino para sentirse bien y estar en buena forma física.
Veamos cuales son, según una encuesta realizada a deportistas de élite, los principales motivos que les sirvieron de aliciente a la hora de entrenar durante 10 años o más:
1º) El sentimiento de bienestar
2º) La energía negativa liberada
3º) El Beneficio del ejercicio
4º) Hacer ejercicio es su prioridad
5º) Descansar mejor
6º) La sensación de alerta
7º) Sentirse relajados
8º) Control del peso
9º) La apariencia
Para comenzar nuestro nuevo hábito y no morir en el intento, aquí tienes 10 consejos que quizás te puedan servir de ayuda.
1º) Existe gran variedad de actividades y ejercicios que te permitirán alcanzar tu objetivo, por lo que no hace falta ni que te apuntes a un gimnasio ni gastar mucho dinero en equipamiento deportivo. A modo de ejemplo, podemos realizar rutas de senderismo, practicar running, tenis, natación, bicicleta de montaña o carretera, etc. Si elegimos caminar, tengamos en cuenta que si bien se trata de uno de los ejercicios más saludables que existen (no fastidias las articulaciones ni te rompes nada), como mínimo deberemos hacerlo durante 45 minutos diarios. Si en fin de semana queremos hacer más, pues perfecto, pero de lunes a viernes los 45 minutos seguidos son “sagrados”.
2º) Hasta que no consigas que tu entreno se convierta en un hábito, busca otra persona que comparta tus gustos por la modalidad escogida así como una forma física compatible (mejor si se trata de alguien más cañero que tu, eso te ayudará a superar tus límites). Además, si te has comprometido a entrenar con alguien, lo suyo es intentar no defraudarle.
3º) Convierte el ejercicio en una de tus prioridades y no busques excusas.
4º) Los expertos coinciden en que entrenar por la mañana es mejor, más aún si tu vida está muy ocupada entre hijos, trabajo y relaciones sociales, ya que por la tarde-noche estarás realmente agotado/a y acabarás por quedarte en casa y arrasar con todo el dulce que encuentres en la nevera o la despensa. Haz tu ejercicio, toma una buena ducha y te sentirás activo para todo el día.
5º) Caso que no puedas cumplir con el consejo número 4, también puedes practicar deporte justo al salir del trabajo, eso te ayudará a relajar tensiones y a dormir como un bebé.
6º) Haz tu ejercicio, aunque estés cansado/a, ya que probablemente te sientas mucho mejor después de haber entrenado.
7º) Lleva un control sistemático de tu actividad. Márcate metas y escríbelas donde puedas verlas cada día para que no las pierdas de vista. Puedes utilizar como indicador el tiempo de entrenamiento diario, los kilómetros recorridos, el peso utilizado…
8º) Verifica tus progresos. Algunos de los mejores indicadores de tu progreso serán:
- Dormir bien por la noche.
- Pensar con mayor claridad.
- Aumento de los niveles de energía.
- Musculatura resistente sin dolor a esfuerzos con los que antes sufrías.
- Obtener buenos resultados en tus pruebas médicas.
- La ropa te queda mejor
- Aumento del número y calidad de los piropos que recibes. Bueno, tampoco cabe obsesionarse si esto no se cumple, al fin y al cabo tu ya ves que estás estupendo/a!!
9º) Camina con tus hijos y/o con un perro. Con lo primero conseguirás adicionalmente que no se pasen tantas horas frente a la tele, ordenador o whatsapp, y con lo segundo el hecho de sacarlo a pasear tres veces al día, es decir, 30 minutos como mínimo.
10º) Prémiate. Los premios nos motivan y por eso son tan importantes en las primeras fases, cuando apenas se observan resultados pero tú sabes que has hecho lo que debías.
Hola Jaume muchas gracias por tus escritos sobre francia , beneficios varios etc…me gustaría saber si hay novedades respecto a las vias verdes yo encantada, ya sabes que te apoyo en tus iniciativas.. por cierto ¿hay alguna otra excursion`prevista? un abrazo miriam