Después de una mañana encerrado en casa con todos los bichos electrónicos que os podáis imaginar, surfeando por el cyberespacio hasta sus más recónditos lugares, por la tarde he asistido a mi sesión de coaching donde Pedro, para no variar, ha aprovechado para poner a prueba algunas de mis convicciones y también un montón de deberes. Me gusta su estilo, franco, directo y cañero, lo que a mi me hace falta 😉
Espero poder contar con él en el trascurso de este 2014 y que me ayude a centrarme en conseguir mis principales metas para este año.